Mercaderías de Indias: el tabaco.
Entre las muchas mercaderías que de nuestras indias occidentales arribaron a las tierras de Castilla, desde los lejanos tiempos del año de nuestro Señor de 1492, me llamó la atención el tabaco.
Y en esto que andaba en tribulaciones, sobre este producto, que llegó a mi entendimiento la curiosa historia que aquí quiero contar a su merced.
Fueron Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre , compañeros de nuestro malogrado y noble señor Don Cristóbal Colón, almirante de la mar océano, que hace mucho, las fiebres lo llevaron a presencia de nuestro señor. Los primeros cristianos que de las Indias arribaron con el humo del demonio en sus cuerpos, cosa que causo gran estupor y revuelo en la bocana del puerto de Cádiz. De esta manera pagaron con sus huesos en presidio y en manos de nuestro santo tribunal de la Inquisición, por la práctica de brujería y otros hechos del príncipe Lucifer, que Dios nuestro señor lo tenga a buen recaudo en los fuegos del infierno.
Pues, claro es que sólo el diablo puede dar a un hombre el poder de sacar humo del cuerpo, como poseído o bruja de mala entraña.
Y justa fue la pena de morir en la horca, de manera , que el nudo de la soga tapase el inmundo agujero por el que diablo o demonio sale en forma de humo.
Conocido que no es diablura sino planta que cultivan los súbditos indígenas de nuestro emperador Felipe allende de la mar y en lugar conocido como tabasco, es por tal que nuestro regio emperador , mandó traer las semillas de dicha planta conocida por tabaco.
Fue mi buen amigo Don Hernández de Boncalo, cronista e historiador de Indias, sobre quién recayó la orden de nuestro emperador de traer las semillas del tabaco a tierras de Castilla, que plantadas en el real sitio de Toledo en el paraje conocido como “ Los Cigarrales”, por la mucha plaga de cigarras que en este lugar atormentan con sus cantos, cual sirenas de Ulises, a quien allí merodea,en las tórridas tardes del verano. De aquí, el hilado del tabaco en papel, se conoce y conocerá en venideros tiempos como cigarro.
Se dieron cuenta los corregidores del reino, que de esta planta se pueden sacar buenos doblones en impuestos y gravas que remedien la sequía de plata que sufren las arcas de Castilla, por las muy costosas guerras de infieles que en estos tiempos tenemos. De esta manera no se tiene en cuenta la quemazón del pecho de cristiano, o las toses matutinas que algunos aficionados a los humos del diablo sufren, y me temo que esto sea de verdad, mal del demonio y que a los infiernos se vayan a quemar por fuera lo que vivos ya queman por dentro.
Espero que vuestras mercedes tomen buen ejemplo de este relato y no caigan en tentación de humos y fuegos, que suelen ser cosa de diablo o demonio, que el juicio nubla con placeres falsos y con gran costo de vida, salud y espíritu, para los hijos de nuestra patria castellana, en estos y futuros tiempos.
Goyo García
Fiel servidor de su majestad , que Dios tenga a bien guardar.
